¿Coaching o Psicología?
El término coach se puede interpretar de diversas maneras y se está utilizando de forma masiva para denominar varios roles. Se ha utilizado en el ámbito deportivo asociado al entrenador físico o en otros ámbitos, refiriéndose a mentor, juez, consejero, etc.
La gran diferencia de este método (tal y como los profesionales del coaching entienden el papel que juega el coach), es ayudar al cliente a que llegue a sus propias conclusiones de lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer.
El coach facilita la relación del cliente con su propio reto, llevándole a una conversación consigo mismo para que pueda abordarlo eficazmente.
Pero, ¿Es mejor un coach o un psicólogo?
La respuesta no es fácil porque hay buenos profesionales y profesionales menos buenos en todos los ámbitos de trabajo. La mejor elección va a depender en gran parte de las necesidades que tengas y de cómo te sientas con el profesional que contrates.
Por un lado, un coach puede estar perfectamente capacitado para realizar un proceso de coaching y ayudarte a conseguir los objetivos que te hayas planteado o quieras plantearte. Por otro lado, la formación académica de un psicólogo sobre cómo funcionan los procesos psicológicos que intervienen en el coaching es más amplia y profunda que la que se imparte en un curso básico de certificación para ser coach.
Por ello, la mejor combinación parece ser un psicólogo con formación específica en coaching, aunque también existirán diferencias individuales en la práctica profesional, donde la relación que se genere con el cliente es fundamental.
Lo que sí es cierto es que el coach no es un terapeuta, no está cualificado para ello. De hecho, el coaching no es adecuado si se detectan problemas a nivel psicológico que necesiten de una intervención profesional.
El papel esencial del coach es conseguir que se produzca el movimiento necesario para alcanzar tu objetivo. El psicólogo especialista pone todo su conocimiento y práctica psicológica al servicio del proceso de coaching, aumentando considerablemente la probabilidad de que obtengas mayores y mejores resultados.
Es decir, la formación de un psicólogo, en cuanto al comportamiento del ser humano y las relaciones existentes entre los pensamientos, las emociones y las conductas es más amplia que la de un coach, por lo que puede afrontar y llevar a cabo un proceso de coaching más completo y desde diferentes perspectivas.
Más allá de todo lo anterior, se debe reseñar que la conexión y el vínculo que se genere entre el cliente y el profesional es uno de los factores de mayor impacto en el éxito del proceso de coaching.