¿Qué es LA AMAXOFOBIA O EL MIEDO A CONDUCIR?
El miedo o ansiedad intensa a la hora de conducir está clasificada, según la American Psychiatric Association, como una fobia específica de tipo situacional denominada amaxofobia, código 300.29 (APA, 2013).
La amaxofobia puede generar una incapacidad total para conducir o limitar la utilización del vehículo a trayectos o situaciones conocidas y en condiciones que no generen malestar al conductor (tráfico denso, climatología adversa, baja visibilidad, etc.).
La característica principal es el miedo intenso o ansiedad permanente y descontrolada que se experimenta tanto antes como durante la conducción, con la consecuente “respuesta de evitación” de la situación de tráfico o de la actividad de conducir.
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¿CÓMO SUPERAR EL MIEDO A CONDUCIR?
En general, la amaxofobia se supera de manera similar a todos los miedos irracionales, trabajando sobre tres aspectos fundamentales:
Es en el punto 3, en la técnica de exposición, donde existe mayor variedad de tratamiento, pudiendo ser exposición en imaginación, en realidad virtual y/o en vivo (estímulo/situación real). La ciencia nos dice que la exposición más efectiva es al estímulo real, aunque se pueda llegar a ésta trabajando antes con imaginación o con realidad virtual. Ahora bien, es importante ser conscientes de que conducir requiere de unos conocimientos, destrezas y habilidades específicas e inherentes a esta actividad.
La seguridad vial es responsabilidad de todos. En este sentido, una exposición en imaginación o en realidad virtual no soluciona muchas de las dificultades que nos encontramos en la amaxofobia. Por ejemplo, cuando existe un déficit de destrezas y habilidades que solo se pueden aprender en situación real y en un contexto controlado (como un vehículo de autoescuela). Además, el manejo de las respuestas de ansiedad se puede trabajar en imaginación y en realidad virtual pero también resulta necesario aprender a manejarlas en la experiencia real de conducción y en las diferentes situaciones que se pueden dar durante la circulación.
En la literatura científica sobre intervenciones en amaxofobia, el tratamiento más utilizado es la terapia cognitivo-conductual + exposición en vivo o la realidad virtual + exposición en vivo. En ambos casos, a la hora de exponerse a la situación real se realiza, habitualmente, mediante auto-exposición (la conducción la lleva a cabo el/la paciente en solitario o sin la asistencia de un profesional cualificado). Esta modalidad de “auto-exposición” puede ocasionar un riesgo para la integridad de la persona, para la seguridad vial o, incluso, agravar el trastorno de ansiedad cuando el paciente tenga que enfrentarse a la situación real.
A mi consulta llegan personas que han probado a ir al psicólogo/a para tratar su fobia a conducir y, en algún momento han tenido que enfrentarse a conducir su propio coche sin la asistencia del profesional, es en ese momento cuando han tenido una experiencia negativa que ha perjudicado la evolución del tratamiento o ha provocado una recaída y/o abandono.
Por otro lado, algunas personas acuden a las autoescuelas que se promocionan como expertas en esta intervención psicológica sin tener personal facultativo que esté cualificado, es decir, psicólogos. Muchos testimonios, en este sentido, son de prácticas contraproducentes para el paciente y para la seguridad vial.
CONSECUENCIAS DE SUFRIR AMAXOFOBIA
El miedo a conducir produce una serie de consecuencias, directas e indirectas, que generan malestar en la vida de las personas que lo sufren.
¿QUÉ TRATAMIENTO TE PUEDO OFRECER COMO PSICÓLOGO ESPECIALIZADO EN AMAXOFOBIA?
Teniendo en cuenta las características particulares de mi formación como profesional, siendo psicólogo general sanitario y teniendo más de 15 años de experiencia como profesor de autoescuela, te ofrezco un servicio integral y personalizado, con una intervención en amaxofobia exclusiva en España.
La técnica que diferencia a este tratamiento de los demás es la “exposición en vivo asistida” (asistida por un psicólogo y profesor de autoescuela), lo que aumentará tu sensación de seguridad durante el proceso terapéutico. Además, el hecho de ser un psicólogo y profesor de autoescuela el único profesional que te acompañe en este proceso, hará que el tratamiento sea más eficaz y eficiente.
INTERVENCIÓN PARA EL MIEDO A CONDUCIR
Esta fase tiene una duración aproximada entre 1 y 3 sesiones, dependiendo de la necesidad de profundizar en otros aspectos importantes para los objetivos planteados. En las personas que no tienen experiencia suficiente conduciendo o que, por diversos motivos, han dejado de conducir durante mucho tiempo, se realiza un test situacional en un coche de autoescuela para evaluar el nivel de destreza y habilidades actuales. Todas las sesiones prácticas se realizan asistidas por mí, como psicólogo y profesor de Autoescuelas Mr Dumi.
El aspecto psicoeducativo también se centra en los recursos y estrategias que puedes utilizar para gestionar los niveles altos de estrés, ansiedad o miedo a la hora de conducir (tanto antes como durante la conducción). Entender y practicar algunas técnicas psicológicas, antes de subirte al coche, aumentará tu rendimiento durante la práctica y tendrás una mayor sensación de control y seguridad.
En cuanto a las fases del entrenamiento de la conducción (la práctica), éstas se enmarcan en la técnica de “exposición en vivo asistida” como podrás ver a continuación.
EL TRATAMIENTO DE EXPOSICION PARA LA FOBIA A CONDUCIR
La “exposición en vivo asistida” consiste en asistir y acompañar a la persona durante todo el proceso de exposición a la actividad de conducir. De manera que, al principio existe una asistencia total para después ir desvaneciendo la ayuda paulatinamente. Este proceso es dinámico y flexible, adaptado a la necesidad de cada persona. El objetivo final es que puedas conducir sin ayuda de nadie y de manera autónoma.
Etapa 1: Coche de autoescuela
El primer objetivo es que adquieras las destrezas y habilidades necesarias para conducir y circular con seguridad (en personas que conducen habitualmente esta fase puede que no sea necesaria).
Etapa 2: Acompañamiento en coche particular
El segundo objetivo es que la persona pueda conducir en un vehículo propio con la asistencia del psicólogo y profesor de autoescuela, que va en el asiento del copiloto.
Etapa 3: Coche particular + un vehículo de asistencia
En esta etapa se entrena un paso anterior a la conducción sin asistencia. Se lleva a cabo con dos vehículos, uno conducido por el/la paciente y otro por el psicólogo y profesor de autoescuela, el cual irá detrás o delante según convenga.
En la etapa 3, la persona estará conduciendo sola, aunque con esa sensación de seguridad de poder ser asistida, en el caso de que fuera necesario. En esta fase, generalmente, ya se inician objetivos paralelos de conducción autónoma como “tarea para casa” (el/la paciente por su cuenta), creando rutas sencillas y aumentando poco a poco la dificultad. Así, estaremos acercándonos gradualmente al objetivo final del tratamiento: que puedas conducir de manera autónoma.
En todas las etapas y tareas propuestas para la exposición a la conducción, se realiza una jerarquía de exposición gradual. De manera que, nos exponemos a las situaciones empezando por la que menor ansiedad o miedo te genere y, una vez que esa situación sea superada, vamos avanzando a las demás. Las sesiones necesarias para conseguir los resultados son muy variables, dependen en gran medida de tu ritmo de aprendizaje y de cómo te vayas adaptando a las diferentes situaciones de exposición.
“Ser conscientes de cómo funciona nuestra mente es fundamental para generar los cambios deseados”
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA AMAXOFOBIA?
Las características personales asociadas a la amaxofobia son la ansiedad, el nerviosismo, la inseguridad y el miedo de lastimar a alguien, de no saber reaccionar o de tener un accidente. En Psicología hacemos la valoración del “triple sistema de respuestas” (cognitivo, fisiológico y conductual) en los trastornos del comportamiento. Vamos a ver las respuestas asociadas a la amaxofobia en estos tres sistemas:
Las diferentes causas pueden llevar a la persona a que evite totalmente el conducir o que siga conduciendo pero limitando la utilización del vehículo a trayectos o situaciones conocidas, en condiciones favorables y que generen poco malestar.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA AMAXOFOBIA?
Las características personales asociadas a la amaxofobia son la ansiedad, el nerviosismo, la inseguridad y el miedo de lastimar a alguien, de no saber reaccionar o de tener un accidente. En Psicología hacemos la valoración del “triple sistema de respuestas” (cognitivo, fisiológico y conductual) en los trastornos del comportamiento. Vamos a ver las respuestas asociadas a la amaxofobia en estos tres sistemas:
– Sistema cognitivo (lo que pensamos)
Los pensamientos de la persona se relacionan con la posibilidad de sufrir un accidente, lastimar a otros, sufrir un episodio de ansiedad o pánico mientras se conduce, no saber reaccionar ante determinadas situaciones, que otros usuarios de la vía cometan imprudencias, que los demás conductores les evalúen negativamente, etc.
– Sistema fisiológico (lo que sentimos)
La intensidad de la ansiedad que se siente puede ocasionar un ritmo cardíaco más acelerado, temblores o rigidez muscular, sensación de mareo, dolores, sudoración, bloqueo mental, etc. Además, la ansiedad afecta a numerosas capacidades cognitivas y psicomotoras, tales como la atención, la concentración, la toma de decisiones o la capacidad coordinativa. Estas destrezas son imprescindibles para un buen rendimiento en la conducción.
– Sistema conductual (lo que hacemos)
La conducta que mantiene este problema, así como muchos otros de ansiedad, es la “conducta de evitación”. Es lógico que queramos evitar aquello que nos genera malestar pero, es precisamente lo que nos impide superar esta dificultad. Al contrario, esto nos lleva a generalizar el miedo a otras situaciones similares y que la dificultad para superarlo sea cada vez mayor. En definitiva, para las personas que sufren de amaxofobia, la conducta evitativa puede entorpecer su desarrollo personal, social y laboral.
¿CUÁLES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE AMAXOFOBIA?
Los estudios científicos realizados sobre esta fobia específica mencionan dos tipos de amaxofobia, según el momento en que se inició el miedo a conducir: hablamos de “amaxofobia primaria” si surge antes de aprender a conducir o durante el proceso de aprendizaje (cuando todavía no somos conductores experimentados) y hablamos de “amaxofobia secundaria” si surge, cuando ya conducimos habitualmente, como consecuencia de un suceso estresante (sufrir un ataque de pánico o un accidente de tráfico son causas comunes).
En cualquier caso, existe una mezcla de diferentes factores, distintos en cada persona, que interactúan para generar el miedo a conducir (alta intensidad de las respuestas de ansiedad, miedo al propio miedo, ansiedad anticipatoria, alto perfeccionismo, etc).
También puede ser que la persona conduzca habitualmente pero evite ciertas situaciones o circunstancias de conducción porque le producen miedo intenso o ansiedad (autovía/autopista, conducir de noche, túneles o pasos elevados, adelantar a camiones, etc), en cuyo caso podríamos decir que es una amaxofobia situacional.
AMAXOFOBIA TEST
El test de autoevaluación es para obtener una aproximación al punto en el que se encuentra usted con respecto a su miedo a conducir. Conteste los ítems sin pensar demasiado, según la respuesta que refleje mejor cómo se siente en el momento actual.
Una vez recibamos tus respuestas, nos pondremos en contacto contigo lo antes posible, para conocernos y comentar tu caso.
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LA AMAXOFOBIA EN ESPAÑA
Los estudios realizados en España, demuestran que una gran parte de los conductores sufren algún grado de amaxofobia o miedo a conducir. Por ejemplo, el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE, en la publicación del “II Informe sobre Amaxofobia” en España (2011), mencionaba que 8,5 millones de personas (33% de los conductores) reconoce tener miedo a conducir en ciertas circunstancias relacionadas con el tráfico, el tipo de vía o las condiciones de visibilidad y climatológicas. Por otra parte, 1,5 millones de los conductores españoles estarían afectados por una incapacidad total de conducir.
Un estudio relevante en España fue el de Fernández-Castro et al. (2010), con una muestra de más de 2000 conductores españoles. La prevalencia del miedo a conducir que encontraron estos autores fue de un 18% para una intensidad moderada y del 4% para el miedo a conducir en grado muy intenso (incapacidad para utilizar un vehículo).
Es importante señalar que, tradicionalmente, los escasos estudios sobre el miedo a conducir se han centrado en las personas que sufren accidentes de tráfico, dejando de lado otros factores importantes como puede ser una experiencia de aprendizaje negativa o deficitaria, por ejemplo.
Algunos testimonios de los tratamientos habituales para superar el miedo a conducir
A mi consulta han llegado personas que han probado a ir al psicólogo/a para intentar superar su miedo o ansiedad a la hora de conducir y en algún momento han tenido que ponerse al volante de su propio coche sin la asistencia del profesional. Esta es una situación de riesgo para la seguridad vial y que puede generar una experiencia negativa en la persona (sobre todo si en ese momento el/la paciente no tiene la destreza y habilidad suficientes para manejar un vehículo con seguridad).
“El segundo día que me puse a manejar el coche, con mi marido por el parking, me estrellé contra un árbol. Me asusté mucho y desde entonces no he vuelto a conducir”.
“Estuve trabajando con realidad virtual en una consulta psicológica pero cuando tuve que conducir mi coche por la carretera no supe manejar la situación, no es lo mismo”
Por otro lado, algunos/as pacientes mencionan haber acudido a las autoescuelas que se promocionan como expertas en esta intervención psicológica sin tener personal facultativo que esté cualificado, es decir, psicólogos. Muchos testimonios, en este sentido, son de prácticas contraproducentes para el/la paciente.
“Me dijeron que no había problema, que ellos sabían cómo hacerlo. El primer día me sacaron a la autovía que era lo que más miedo me daba. Lo pasé muy mal y no volví a ir”
“Me pongo muy nerviosa cuando conduzco, aunque sea un coche de autoescuela siento que el profesor no me puede ayudar”
En estos casos, a menudo, se perjudica la evolución del tratamiento o provoca una recaída y/o abandono. Es necesario una colaboración integral entre psicólogo/a y profesor/a de autoescuela para que este tratamiento tenga el mejor resultado posible.